El parto no se da si tienes miedo

El parto no se da si tienes miedo

En la naturaleza, los mamíferos dan a luz de manera instintiva, no lo piensan, ni analizan, simplemente se da. Su cuerpo entra de parto, las hormonas correctas se activan. Siempre buscan un lugar seguro y tranquilo para que la labor y parto suceda.

Para que esto suceda debe sentirse: Segura, confiada, sin pensar y sobre todo sin miedo. Solo así, todo transcurrirá de manera natural.

Ahora imagínate, que, en ese momento, llega un depredador, sus sentidos se activan. Pasa de tener oleadas de oxitocina, que daban seguridad, confianza y amor a un baño de repente de adrenalina y cortisol, que son las hormonas de la alerta, el estrés, la lucha o huida.

En ese momento su cuerpo debe responder, deteniendo o retrasando su parto. Nunca podría dar a luz si siente que el peligro no ha pasado. Debe hacer una pausa y esperar a que se sienta nuevamente, segura. Su cuerpo sabe qué y cómo hacerlo.

A nosotras nos pasa igual, muchas veces se nos “olvida” que somos mamíferos. Así de simple, el miedo RETRASA o DETIENE el trabajo de parto.

Y me refiero a un huracán, a un temblor o a un depredador… ¡NO!

Tu respuesta al miedo afecta el nacimiento de tu bebé

Nuestra respuesta al miedo puede activarse con simple acciones como un comentario negativo, interrupciones constantes del personal médico, un suero que no querías que te pusieran, un “no saber que me hará mi medico”, no conocer lo que vendrá, no tener información sobre el proceso del parto, estar sola... todo esto y más aumentan la segregación de adrenalina y cortisol… Incluso, entrar a la clínica, a muchas mujeres puede detenerles el parto.

A lo que voy, es REALMENTE importante que hagas tu labor de parto y parto, donde y con quien te sientas segura, tranquila, cómoda y protegida, donde tus hormonas del miedo no se activen innecesariamente y así la oxitocina pueda funcionar más efectivamente para tí y tu bebé.

El miedo, solo lo quita la BUENA información (fuentes seguras, confiables y con experiencia), eso te dará poder de decisión y armarás realmente lo que TU quieres para ese momento.

No eres débil por tenerle miedo al parto

• Es posible que solo hayas estado expuesta a aterradoras historias e imágenes de parto.
• O a creencias negativas sobre el parto, reforzadas por tu obstetra.
• Es posible que hayas aprendido a equiparar el parto solo con el dolor.
• Quizas eres una sobreviviente de un trauma sexual, y el parto despierta esos recuerdos en ti.
• Puede ser conozcas a alguien que experimentó un parto traumático.
• Es posible que hayas experimentado un parto traumático.
• Tal vez tengas otros problemas de salud que afecten cómo te sientes con respecto al parto.
  
• O que hayas luchado con la fertilidad y la pérdida de un embarazo o más, lo que te hace temer que algo salga mal. 

Nuestras experiencias y nuestro entorno dan forma a nuestras percepciones, y hay MUCHAS razones por las que alguien puede sentir miedo del parto. Pero estos miedos no significan que seamos débiles o incapaces. A veces, nuestro miedo significa que estamos desinformados o mal informados, y necesitamos trabajar para desaprender lo que pensamos que sabíamos y abrir nuestras mentes a la información y la posibilidad.

Qué hacer si tienes miedo sobre tu parto

Nuestro miedo es el resultado de una experiencia pasada. Y en esos casos, es posible que podamos liberarnos del miedo asociado al el parto a través de la terapia, el apoyo, el tiempo y la planificación que nos ayuden a sentirnos seguras. Y en muchos casos, nuestro miedo combinado con el conocimiento de nuestras opciones es precisamente lo que nos empuja a defendernos y nos permite tomar las mejores decisiones para nosotras.

Reconocer tus miedos y ser dueñas de esas luchas o admitir tu falta de conocimiento sobre el parto, puede ayudarte a reemplazar tus percepciones con nuevas realidades, a hacer espacio para que el parto sea sanador, no re-traumatizante, y a elegir a los miembros de tu equipo de parto que pueden ayudarte a alejar esos miedos si aparecen durante tu parto.

El miedo puede ser poderoso, pero créeme, tú también lo eres.